A meus parentes e amigos

A mis familiares y amigos
Se me ha ocurrido empezar un blog personal para ir publicando mis nuevas crónicas que vendrían a ser como una segunda edición de mi libro “80 Chispazos”.

Espero que os gusten, pues están todas “inspiradas” en experiencias de mi vida diaria. .

sábado, 21 de julho de 2012

De pijama


Es ya media mañana y  estoy todavía de pijama puesto.  Siento cierto sentimiento de culpa.
 Sin embargo, el estar así vestido me recuerda que estoy jubilado. No tengo ningún compromiso a vista. Ya se pasaron los días en que me levantaba de la cama corriendo porque tenía obligación de empezar mi trabajo a las ocho en punto, acostarme temprano y llevar a mis hijos a la escuela antes de que sonara la sirena del colegio.  Y así iban desfilando todas las obligaciones de un día común.
Entrevistas con hora marcada; comida aprisa y corriendo, pues un cliente me esperaba dentro de una hora; reunión en la escuela de mis hijos a las ocho de la noche en punto…
En fin, toda mi vida dependía de ese maldito reloj que avanzaba sin piedad y que no me daba sosiego.
Lo curioso es que todavía suena el despertador por la mañana, aunque no tenga prisa para levantarme. Creo que sea una manera de “vengarme” de ese reloj que durante tantos años me obligaba a entrar en un nuevo día en ritmo acelerado. Ahora suena el despertador – como siempre – y yo  me río en mis adentros, doy media vuelta y continúo mi plácido sueño. 
¿Será que no tengo derecho a continuar el día vestido de pijama?  Necesito sentir que estoy libre, que no dependo de nadie ni de nada, que puedo prolongar mis sueños, que leo un libro a la hora que me dé la gana, que  simplemente me asomo a la ventana para contemplar lo que pasa ahí afuera…
Esa libertad no la he ganado en balde. Han tenido que pasar muchos años de sudores, trabajos, sinsabores…
Realmente, no tengo por qué sentir sentimiento de culpa.  No me importa ahora pasear por el jardín, a las diez de la mañana, vestido todavía de pijama. 

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